Rosarine, una de estas mujeres, confiesa que nunca había disparado un arma en su vida antes de que comenzara la guerra contra el Estado islámico. "La primera vez que disparé tenía miedo, pero mi amor por mi país era más grande que mi miedo", relata a RT. "El Estado Islámico pensaba que las mujeres no podían luchar contra ellos, pero aquí estamos. No tenemos miedo porque sabemos por qué estamos luchando", añade.
Esta joven de 19 años, que abandonó la escuela para unirse al YPG, dice que ahora abre fuego "cada vez que algo se mueve [en el lado del EI]".
La primera vez que disparé tenía miedo, pero mi amor por mi país era más grandeTodas las mujeres combatientes del batallón son voluntarias que entran en combate bajo el lema del ‘Hava’ (la amistad). Rosarine sostiene que ella y sus "hermanas en armas" reciben pleno apoyo y todo el aliento de sus familias, ya que están luchando para proteger la tierra kurda y a su gente.
Dalil Derki, comandante de las mujeres combatientes kurdas, afirma que su unidad infunde terror a los milicianos del EI que -dice- "han tergiversado el Islam". "En su filosofía las mujeres no tienen un rol propio en la sociedad. Ellos creen que si mueren a manos de una mujer no irán al cielo y, en su lugar, van al infierno", explica a RT.
Ellos creen que si mueren a manos de una mujer no irán al cielo y, en su lugar, van al infiernoSegún el comandante del YPG, la mitad de los yihadistas en la frontera fueron abatidos por las mujeres combatientes y recalcó que "si quieren ir al infierno, deben continuar luchando contra nosotros".
Derki dijo además que está orgulloso de sus tropas y sus logros en el campo de batalla, ya que "son un ejemplo para las mujeres en todo el mundo".