¿Será Siria un nuevo 'Vietnam' para Obama?

El dilema que afronta Obama de si enviar o no tropas a Irak y Siria, se asemeja al que tuvo que hacer frente el presidente Lyndon Johnson en 1965 y que desembocó en la sangrienta guerra en Vietnám. ¿Será Siria un nuevo 'Vietnam' para Obama?
La cuestión clave pasa por saber si Obama se dejará influir por los altos cargos estadounidenses que le urgen a emprender la ofensiva terrestre contra el Estado Islámico, o no. En otros términos ¿se convertirá o no la operación militar en Siria en un 'Vietnam' para Obama?

Los que apoyan al presidente estadounidense creen que es una persona "realista" que aprendió la lección histórica de que, por enorme que sea el poder militar estadounidense, éste se ha visto limitado siempre que se involucró en conflictos militares de carácter político o ideológico, escriben el historiador Fredrik Logevall y analista Gordon Goldstein para el diario 'The New York Times'. Sin embargo, el ejemplo de Lyndon Johnson, que también fue realista en relación a Vietnam, demuestra que la evaluación escéptica de la perspectiva de invasión militar no necesariamente previene una invasión inoportuna. "La intervención extranjera tiene su propia lógica", resalta el diario. 
 
Johnson tomó la decisión de bombardear e invadir Vietnam la misma semana que expresó su pesimismo absoluto acerca de la posibilidad de ganar aquella guerra. "Uno puede luchar si puede ver la luz del día en alguna parte del camino. Pero no hay ninguna luz del día en Vietnam", dijo poco antes de iniciar la guerra. ¿Por qué un presidente, cuya posición en general fue que la guerra de EE.UU. en Vietnam era tan inviable que ni siquiera valía la pena intentarlo, se dejó arrastrar por, tal vez, la peor guerra en la historia de EE.UU.?
 
Parcialmente, explican los autores, porque en aquel momento EE.UU. llevaba 15 años involucrándose cada vez más en asuntos localizados en Indochina. Pero, más que nada, porque el presidente Johnson se entregó a una "retórica demasiado acalorada" sobre Vietnam, la propia y la de sus consejeros. Finalmente, Johnson "personalizó" demasiado la guerra, percibiendo las críticas que suscitaba como críticas personales, hasta que ya no pudo ver más el conflicto de manera objetiva, explican. La guerra en Vietnam empezó en 1965, y hasta el fin de aquel año 180.000 militares estadounidenses fueron enviados allí, una cifra que, posteriormente, llegó al medio millón de efectivos.
 
Sin embargo, es difícil imaginar a Obama jugando el papel de Lyndon Johnson, ya que se parece mucho más al presidente John F. Kennedy, creen los autores, que, si bien rechazó enviar tropas a Vietnam, expandió considerablemente la influencia de EE.UU. en aquel país, limitando drásticamente las opciones a su sucesor Johnson.

El papel que tendrá Obama en una posible guerra en Siria e Irak aún no está determinado, pero la cuestión aún más importante es la incapacidad de cualquier presidente de controlar una invasión en el extranjero, que, al fin y al acabo, tiene su propia lógica. Los mayores pasos hacia la escalada de guerra en Vietnam fueron dados en respuesta a obstáculos imprevistos, retrocesos y puntos débiles de la campaña, y el mismo escenario podría repetirse en Siria e Irak, concluyen los autores.