Según Al Shimkus, exprofesor de Asuntos de Seguridad Nacional en la Universidad de Guerra Naval de EE.UU., el grupo terrorista podría simplemente enviar a personas para que se infectaran voluntariamente con el ébola en África Occidental y luego difundir el virus mortal a través del sistema de transporte aéreo del mundo.
"La persona expuesta al virus del ébola sería el portador", explica Shimkus a la revista 'Forbes'. "En el contexto de la actividad terrorista, no se necesita mucha sofisticación para llegar al siguiente paso, que supone el uso de un ser humano como portador".
El experto considera que la estrategia es totalmente plausible: ahora que una gran parte de África Occidental está en epidemia abierta, no sería difícil hacerse con algunos fluidos corporales infectados y usarlos para llevar a cabo un contagio global.
Si el Estado Islámico quisiera enviar a media docena de sus operativos a una región donde se haya producido un brote de ébola y exponerse intencionalmente al virus, podrían fácilmente hacerlo. Y luego tratarían de interactuar con el mayor número de personas en la ciudad o el país elegido, asegura Shimkus.
El especialista señala que hoy en día la posibilidad de identificar a las personas infectadas a medida que entran y salen del país "es excelente, pero no es del 100%". Por otra parte, Shimkus no cree que en este caso el virus pueda propagarse de forma excepcional en Occidente, ya que, en teoría, los sistemas avanzados de asistencia sanitaria estarían equipados para identificar, aislar y detener el virus.