"Estos esfuerzos [sanciones], que incluyen embargos y sanciones comerciales, es probable que tengan un impacto mucho mayor en la producción mundial, lo que refleja la confianza de la Casa Blanca de que, persiguiendo sus intereses estratégicos, todo vale", escribe el diario.
En el caso de Irán, Washington, a través de las sanciones, bloquea el acceso de Teherán a la tecnología occidental de petróleo y reduce su exportación. En resultado, los ingresos de Irán por exportación de petróleo se redujeron desde los 118.000 millones de dólares en 2011-2012 a los 56.000 millones de dólares en 2013-2014.
La administración de Obama usa el 'arma de petróleo' como instrumento principal en su política exterior, si bie inicialmente el 'arma petrólera' usada por la OPEP contra EE.UU. en 1973, fue una medida que Washington calificó de sin precedentes y situó "más allá de los marcos de moral".
'Las guerras del petróleo' pueden conducir a un déficit de los recursos de energía en los mercados mundiales y a un crecimiento de precios sin control, lo que, por su parte, puede afectar a la economía de EE.UU. e incluso desembocar en una recesión global. Además, en respuesta a las tácticas agresivas Washington otros países pueden encontrar el modo de volver el "arma petrólera" contra EE.UU., según escribe el diario.
Una política exterior de EE.UU. con recursos
Oskar Lafontaine, exministro de Finanzas de Alemania, escribió en el diario alemán 'Tagesspiegel' que George Kennan, uno de los fundadores de la doctrina de la política exterior estadounidense., escribió en 1948 que EE.UU. debe ante todo defender sus propios intereses nacionales. Y estos intereses, según Lafontaine, pasan por obtener recursos y nuevos mercados. Esto se halla en la base de las numerosas guerras que protagonizó EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial, encubriéndolas bajo la defensa de los derechos humanos y la democratización. "Los que hoy en día, con su ejército o a través del suministro de armas, apoyan las operaciones militares de EE.UU., se involucran en la política exterior que después dela Segunda Guerra Mundial ha dejado por todo el mundo la huella sangrienta de millones de muertes", escribe Lafontaine.
Lafontaine subraya que en el conflicto en Ucrania también se puede hablar de interés por los recursos por parte de EE.UU., recordando que la empresa estadounidense Chevron adquirió los derechos para la producción de gas de esquisto en Ucrania, y el hijo del vicepresidente, Hunter Biden, encabeza la compañía de gas ucraniana Burisma Holdings.