Dos meses después del homicidio del joven afroamericano Michael Brown por un agente de policía, la tensión racial se redobló después de que elñ pasado miércoles un agente de una empresa de seguridad privada asesinara a otro joven afroamericano, Vonderrit D. Myers Jr.
Las protestas, que estallaron el pasado miércoles, se renovaron el jueves, cuando más de 100 personas salieron a la calle y bloquearon el tráfico en la escena del crimen. Los manifestantes gritaban "No perdonaremos" y "No disparen" exigiendo justicia por las autoridades. En las redes sociales se han publicado videos e imágenes de banderas estadounidenses quemadas.
La policía sostiene que Myers disparó tres veces al agente, pero la familia de la víctima aseguró que no estaba armado y estaba llevando un bocadillo.
Durante las protestas del pasado jueves en el barrio Shaw de St. Louis la policía dejó que los manifestantes marcharan por las calles evitando interacciones. Sin embargo, cerca de las 22:00 (hora local) la manifestación adquirió tintes caóticos y la policía tuvo que utilizar aerosol de pimienta. De momento no está claro quién provocó la violencia. Según declaró a medios locales el agente de policía D. Samuel Dotson, dos manifestantes fueron arrestados y un policía sostuvo heridas.