Justo hace 65 años comenzaba la Conferencia de Potsdam en la que participaron los países miembros de la coalición antihitleriana. Allí se estableció el orden político de la posguerra que marcó el inicio de la división de Europa en dos bloques. La Conferencia celebrada el 17 de julio de 1945 fue el último evento que reunió a los líderes de la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña como aliados. Tres políticos –Clement Attlee, Harry Truman e Iósif Stalin- se encontraron en esta ciudad alemana en afueras de Berlín para acordar un nuevo orden mundial. Posteriormente, en la época de Guerra Fría, los antiguos aliados se convirtieron en adversarios. Ahora algunos historiadores creen que este enfrentamiento podría haber sido evitado. “Para esto se requería una mayor comprensión de la escala de sufrimiento que le había tocado a la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial”, opina el historiador Michael Jones. “Si volvemos a los hechos de 1942, veremos que el país no fue invadido tan sólo por Alemania, sino por una coalición de países de Europa del Este. Las tropas rumanas estaban en el Cáucaso, y las húngaras luchaban contra el Ejército Soviético cerca de Stalingrado. Y la percepción que promovían los alemanes buscaba presentar a esta misión como una cruzada europea contra el bolchevismo”. Para evitar la repetición de este tipo de cruzada, la Unión Soviética hacía todo lo posible por aumentar su influencia en Europa del Este, cerca de sus fronteras. Algo que no gustaba demasiado a las potencias occidentales. El encuentro en Potsdam reveló entonces las primeras discordias entre los aliados de la coalición antihitleriana. “La conferencia de Potsdam ha demostrado que en la política todo sucede de la misma manera que en la vida cotidiana”, afirma el director del Instituto de la historia mundial ruso, Alexandr Chubarián. “Mientras que hay un objetivo común, todos están juntos y las contradicciones se dejan a un lado. Pero en aquel momento el objetivo ya estaba alcanzado -la Alemania nazi había sido vencida-. Por eso comenzaron a salir al primer plano otras cosas, otros valores”. Además en Potsdam el líder soviético Iósif Stalin ya tenía que mantener negociaciones con una nueva generación de políticos occidentales. Los aliados tan conocidos para él habían sido sustituidos por sus sucesores. El primer ministro británico Winston Churchill tuvo que dejar la reunión antes del plazo establecido porque perdió las elecciones. Y Estados Unidos fue representado por Harry Truman cuya actitud hacia la Unión Soviética fue mucho más rígida, en comparación con su antecesor Franklin Roosevelt. Todo esto fue una señal de que los nuevos tiempos estaban a punto de traer nuevas dificultades para la política internacional. La Conferencia de Potsdam resultó ser un prólogo para la Guerra Fría.