Moscú, bajo una asfixiante ola de calor
La consigna de hoy en Moscú: bañarse, hidratarse y mojarse al máximo para tratar de soportar de algún modo la sofocante ola de calor que ha cubierto plenamente la capital rusa. Una botella de agua, un baño en el río o hasta en la fuente, todo vale para soportar estas temperaturas desérticas que están batiendo todos los récords.
Las altas temperaturas que se han registrado durante esta jornada en Moscú son más altas que en los países mediterráneos (35 grados en comparación con los 30 de Chipre o Israel). Durante el día hasta se ha batido el récord histórico de altas temperaturas en la capital de Rusia superando el máximo de 34 grados registrado en 1951. La humedad desértica de 35% ha aportado su candente granito de arena.
Obviamente este calor tan inusual para el país nórdico está trayendo muchas alteraciones a la rutina de sus habitantes. Entre los problemas más graves figuran complicaciones con las redes eléctricas que no están preparadas para soportar el calor por un período tan prolongado, por lo que en algunos barrios de Moscú se han registrado numerosos cortocircuitos y apagones. Parece que hasta algunos cajeros automáticos han sufrido 'insolaciones eléctricas' ya que simplemente dejan de funcionar sin devolver las tarjetas de los clientes.
Mientras tanto los que corren mayor riesgo son por supuesto los niños, personas de edad avanzada y los que padecen alguna deficiencia cardiaca. Los médicos advierten mantenerse siempre bien hidratado e intentar evitar al máximo la exposición solar.
Las autoridades capitalinas también están luchando con el calor con todas sus fuerzas. Por ejemplo están intentando proporcionar tales mercancías en déficit en las tiendas como los ventiladores, al igual que han dirigido un tipo de vehículos especiales para echar agua al asfalto de las carreteras que ya empieza a fundirse por el intenso sol. Según los pronósticos esta desigual lucha con las fuerzas de la naturaleza podría prolongarse una semana más.