Mar de champaña

Un equipo de submarinistas encontró en los restos de un navío en el fondo del Mar Báltico 30 botellas de champaña que se cree son de Veuve Clicquot, mismas que podrían haber sido enviadas por Luis XVI a la corte imperial rusa, informa AFP.

Un equipo de submarinistas encontró en los restos de un navío en el fondo del Mar Báltico 30 botellas de champaña que se cree son de Veuve Clicquot, mismas que podrían haber sido enviadas por Luis XVI a la corte imperial rusa, informa AFP.

“Estamos en contacto con la empresa Moët & Chandon y es seguro en un 98 por ciento que se trata de un Veuve Clocquot”, declaró Christian Ekström, jefe del equipo de buceadores que hicieron el hallazgo. Además informó que la visibilidad en el fondo es muy mala, apenas de un metro, por lo que los submarinistas no lograron encontrar el nombre del navío.

Los especialistas creen que las botellas datan de 1780. El champaña Veuve Clicquot comenzó a producirse en 1772 y las primeras cosechas fueron fermentadas durante diez años, por lo que los envíos a Rusia no pudieron iniciar antes de 1782, explica Ekström. Tampoco pudieron ser después de 1788-1789, cuando la Revolución francesa paralizó la producción.

Entonces, si la fecha y el origen de las botellas son confirmados, se trataría igualmente del más viejo champaña bebible del mundo. Actualmente el récord pertenece a una botella de Perrier-Jouët de 1825, que fue degustado el año pasado por unos enólogos. Por ahora los expertos evalúan el precio de partida de cada botella para una subasta en unos 68,000 dólares.