De las transcripciones de las conversaciones entre David Robert, de 37 años; Marc Dubois, de 58
y Pierre Cedric Bonin, de 32, en la cabina del aparato, resultó que los dos primeros dormían y dejaron el avión en manos del piloto más joven, según datos publicados en la revista 'Vanity Fair'.
Bonin, quien contaba con una experiencia de apenas cientos de horas de vuelo, se encontró solo ante la emergencia de una tormenta tropical.
Se informa además que Dubois, el capitán del vuelo 447 que cubría la ruta Río de Janeiro-París, había pasado una "noche agitada" en la ciudad brasileña antes de abordar el avión, por lo que necesitaba descansar. "No dormí lo suficiente anoche. Una hora no alcanza", declaró el capitán antes de irse a descansar en la cabina prevista para la siesta.
Cuando Bonin se dio cuenta que ya no podía controlar la aeronave, un Airbus 330, corrió a despertar a los otros dos pilotos, un minuto 38 segundos antes de la tragedia. Luego de que los pilotos se despertaran y se dieran cuenta de lo que sucedía, uno de ellos gritó: "Mierda, estamos muertos".
"Si el capitán hubiera estado en su puesto durante el paso a través de la zona de convergencia tropical, tal vez la historia sería otra", dijo el jefe de las investigaciones, Alain Bouillard, citado por la revista.
"Pero creo que no fue el cansancio lo que le empujó a dejar su puesto, sino la postura habitual que forma parte de la cultura de los pilotos de Air France", agregó Bouillard.
El 1 de junio de 2009 el vuelo 447 partió de Río de Janeiro con 216 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, pero nunca llegó a su destino. Solo dos años después se pudieron recuperar los cuerpos de las víctimas de ese accidente y las cajas negras del avión del fondo del océano.