Por vez primera desde el febrero de 2013, cuando el Gobierno turco inició conversaciones de paz para acabar con 30 años de enfrentamientos con el Partido Obrero de Kurdistán, los aviones turcos asestaron varios golpes a su histórico enemigo. Un total de 21 ataques tuvieron lugar en los alrededores del poblado de Daglica, cerca de la frontera con Irak.
Según el periódico 'Hurriyet', las Fuerzas Armadas han justificado el bombardeo alegando que sus objetivos estaban involucrados en asesinatos y ataques a las fuerzas de seguridad turcas.
Antes de este ataque directo, los militares turcos impidieron que los voluntarios kurdos cruzaran la frontera para socorrer a sus compañeros cercados por el Estado Islámico en la ciudad siria de Ayn al Arab (Kobani) y varias localidades del norte de Irak.
El diario aseguró que los ataques causaron un "daño grave" al Partido Obrero. A su vez, el brazo armado de la formación respondió a través de un comunicado, citado por Reuters, que sus fuerzas no sufrieron ninguna pérdida fatal durante el bombardeo.
Ankara se declara opuesta a las actividades de los radicales islamistas tanto en Siria como en Irak, ambos fronterizos con Turquía, y al mismo tiempo se abstiene de apoyar a las fuerzas de autodefensa kurdas, a pesar de que Kobani, situada a pocos kilómetros del territorio turco, es el objetivo principal de la ayuda militar de Estados Unidos y otros países desde hace unas semanas debido a que recientemente los extremistas izaron su bandera en la localidad.