La operación en el archipiélago, que se extiende desde las costas de la ciudad de Estocolmo hasta 60 kilómetros en mar abierto, empezó este viernes y continuó todo el sábado. Participan directamente unos 200 efectivos y es monitoreada por el ministro de Defensa de Suecia, Peter Hultqvist.
"Continuará hasta que consideramos que hemos cumplido con lo que debíamos" fue el único comentario que consiguió obtener del portavoz militar, Jesper Tengroth, la agencia de noticias TT citada por 'The Local', sobre los presuntos plazos de la maniobra.
No se han dado a conocer ni las causas exactas de la alerta, ni de dónde proviene la amenaza. Lo único que afirman los militares es que se trata de posibles actividades inamistosas en las profundidades del mar y que se basan en datos de inteligencia. "Estamos intentando ahora comprobar la información que hemos recibido de fuentes fiables y verificar si tiene un fundamento o no", dijo Tengroth.
Según sostiene Jonas Wikström, el comandante de la operación, la misión busca "implementar un trabajo analítico en el área en forma de barcos, aviones y el personal militar territorial". "En la zona hay mucho tráfico y por eso es importante para nosotros informar al público sobre lo que estamos haciendo", dijo Wikström, sin dar más detalles.