Los exguardias de Blackwater, una empresa de seguridad privada estadounidense, estaban a cargo de proteger un convoy diplomático estadounidense el 16 de septiembre de 2007 en la plaza Nisour de Bagdad cuando abrieron fuego.
Un total de 17 iraquíes desarmados murieron, según una investigación de ese país, mientras que fiscales estadounidenses determinaron que 15 personas murieron. El tiroteo también dejó a 18 personas heridas.
La matanza exacerbó el sentimiento antiestadounidense de los iraquíes y fue percibida como un ejemplo de impunidad de la que gozan las empresas de seguridad contratadas por Estados Unidos en Irak, según escribe AFP.
Personas que podían reírse, amar, fueron convertidas en meros cuerpos sangrientos, personas que no eran blancos legítimos, que no eran una amenaza
"Personas que podían reírse, amar, fueron convertidas en meros cuerpos sangrientos, personas que no eran blancos legítimos, que no eran una amenaza", comentó acerca de las víctimas el fiscal Anthony Asuncion durante el juicio.
Blackwater, cuya licencia para operar en Irak fue revocada por Bagdad, cambió de nombre en 2009 por Xe Services y en 2011 por Academi. Al asumir la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama canceló en 2009 el contrato que el Gobierno mantenía con la firma.
Slatten podría ser condenado a cadena perpetua, pero para ello los fiscales tendrían que convencer al jurado de que actuó de forma premeditada.
Antes de abrir fuego contra los iraquíes, Slatten habría dicho que buscaría "matar el mayor número posible de iraquíes en represalia por los atentados del 11 de Septiembre" de 2001, contra las Torres Gemelas en Nueva York.