El arma está compuesta por un láser montado en un camión militar. Para hacerla funcionar es necesaria la presencia de dos personas: una para poner en funcionamiento los instrumentos externos y conducir el camión; otra para tomar el control, apuntar y disparar.
Entre las ventajas de la consola destaca el bajo coste de su explotación y la posibilidad de destruir objetos en ambientes de poca visibilidad. Los encargados de elaborar el arma esperan que en futuro próximo la consola pueda ser operada por una sola persona y tenga mayor capacidad.