Los detenidos han sido acusados con arreglo a varios decretos sobre orden público, incluida la Ley de Responsabilidad Social y Reforma de la Policía de 2011.
'Occupy Democracy', grupo de protesta internacional que combate la desigualdad social y económica, había realizado manifestaciones en 2011 y 2012 en Finsbury Square y frente a la catedral de San Pablo en Londres. Este año ha vuelto a la capital británica.
Además, los activistas se han pronunciado en contra de la brutalidad y el racismo policiales. Los manifestantes han mostrado su descontento por el hecho de que en la historia del Reino Unido ningún agente haya sido nunca acusado por la muerte de un prisionero.
La dura reacción de las autoridades ha transformado las protestas en un movimiento en defensa de la libertad de expresión y de reunión, derechos que desde el punto de vista de los activistas han sido pisoteados.