Drogas, dinero y mujeres: presos yihadistas revelan qué hay detrás del Estado Islámico

Drogas, atractivas sumas de dinero y esposas. Esto ofrece el Estado Islámico a quienes se unan a sus filas, según relatan yihadistas que se encuentran en prisión y se arrepienten de haber estado involucrados en el grupo terrorista.
Presuntos miembros del Estado Islámico que actualmente se encuentran en una prisión controlada por kurdos en el norte de Siria explicaron en un amplio reportaje realizado por el periodista de la cadena CNN Ivan Watson la cruda realidad detrás del grupo yihadista.
 
Suleiman, uno de ellos, dijo que se unió al grupo por temor a que la vida de su familia corriera peligro. Reconoce que forma parte de una célula del Estado Islámico, pero aseguró que nunca ha pisado territorio controlado por el mismo.

Los kurdos lo encarcelaron por detonar una bomba fuera de una base kurda, un trabajo por el que cobró 3.600 dólares. Este sirio afirmó convencido que en el ataque murió un sobrino suyo.

"El Estado Islámico se aprovechó de nuestra pobreza", lamentó. 

A pesar de ser solo un joven de 19 años, Karim también conoce bien qué supone formar parte del grupo. A él le pagaron 2.000 dólares por combatir en Siria durante más de un año.  
Dan pastillas alucinógenas que te hacen ir a la batalla sin que te importe si sales de allí con vida
 
Karim, cuyo cuerpo está ya cubierto de cicatrices y heridas, explicó al periodista que el grupo yihadista droga a sus combatientes antes de que salgan a luchar. "Nos drogaron", dijo. "Dan pastillas alucinógenas que te hacen ir a la batalla sin que te importe si sales de allí con vida", añadió. 

También señaló que fue testigo de cómo el Estado Islámico prometía conseguir esposas a sus miembros y añadió que buena parte de los combatientes eran extranjeros.

Un prisionero llamado Jaber, exmaestro de escuela, padre de dos hijos y también autor de un atentado, lamentó al igual que los dos anteriores haberse unido al grupo.

A la pregunta planteada por el periodista "¿qué hubiera sido de mí si me hubiera cruzado por su camino mientras estaba de patrulla?", Jaber contestó: "Morir".