"En vez de alentar a sus 'socios especiales' en Kiev a cumplir fielmente los acuerdos de Minsk e iniciar un pleno diálogo político con los representantes del sureste del país, la OTAN prefiere callar las violaciones de sus obligaciones por las autoridades ucranianas y no tiene escrúpulos en inventar nuevos argumentos sobre presuntos continuados esfuerzos de Rusia para desestabilizar la situación en Ucrania", afirmó Grushkó, citado por la agencia Itar-Tass.
Hablando sobre las futuras elecciones en las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, planes que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó de "contradicción a los acuerdos de Minsk", el diplomático ruso señaló la "misma lógica invertida" y el hábito de "cargar la culpa en cabeza ajena".
"La celebración de elecciones en dichas repúblicas sí corresponde a los acuerdos de Minsk y a la tarea de la normalización de la vida allí", subrayó.
Este octubre el secretario general adjunto de la OTAN, Alexander Vershbow, comparó la política de Rusia hacia países vecinos con las acciones del movimiento terrorista Estado Islámico, acusando a Moscú de "recurrir a la intimidación y violencia para rechazar la democracia, tolerancia y la primacía de la ley".
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso calificó tales declaraciones de "importunas" y "contrarias al sentido común".
"Los importunos y desmañados esfuerzos en comparar las 'acciones de Rusia en Ucrania' y la amenaza a la seguridad internacional proveniente del movimiento terrorista Estado Islámico no son nada más que una distorsión primitiva de la realidad, que una vez más prueba el doble rasero que utilizan EE.UU. y sus aliados de la OTAN con el fin de hacer cumplir sus planes estratégicos globales", afirmó la Cancillería rusa.