La Policía de Nueva York detuvo a McGovern antes de que comenzase un acto en el que el exdirector de la CIA, David Petraeus, iba a dar un discurso.
Ray McGovern tenía entrada para asistir al evento, no obstante le acusaron de alteración del orden público para evitar que accediera.
"Cuando ves el caos en el que se ha sumergido Irak, te preguntas: '¿Cómo no le da vergüenza a David Petraeus llegar a tal lugar como el centro cultural en la Calle 92 y alabarse de sus éxitos?'", dijo McGovern.
Le iba a preguntar a Petraeus si le darán una segunda oportunidad para tratar de enseñar a las tropas iraquíes, que se retiraron este año dejando armamento estadounidense atrás ante la ofensiva del Estado Islámico.
Sin embargo, un agente de seguridad le impidió la entrada y llamó a la Policía, que se lo llevó a comisaría.
"La Policía está segura de que medidas preventivas están justificadas incluso si no hay cuerpo del delito. Si esto es posible en Irak, Afganistán y otros países, en casa lo pueden hacer también. Es un precedente peligroso, pero es un hecho", aseveró McGovern.
Los testigos del arresto señalan que estaba "gritando de dolor" y que los alaridos procedían del baño donde el activista estaba siendo detenido.
"Intentaron esposarme, pero unos días antes me lastimé mi hombro izquierdo. Entonces ellos intentaron situar mi brazo detrás, para ponerme unas esposas normales", relató sobre su arresto McGovern.
"Y ahora me están acusando de resistirme al arresto, cuando la única cosa que intentaba hacer era mostrar, chicos, mirad, mi hombro, mi muñeca, están lastimados, mi parte izquierda está muy lastimada", agregó.
Según él, "es paradójico que Petreus, quien es responsable de miles de muertes y destrucción en Irak y Afganistán, sea presentado como un héroe, y a mí, que advertí al presidente sobre lo absurdo de esos planes, me hayan metido en una celda".