Las dos columnas han llevado a las dos provincias una totalidad de 1.000 toneladas de cargamentos. Uno tras otro los vehículos entraron a Ucrania por el paso fronterizo de Donetsk-Izvárino, donde fueron inspeccionados por guardias fronterizos y agentes aduaneros.
En el sector ruso de la frontera también hubo presencia de policías fronterizos y aduaneros ucranianos, así como de representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), informó la agencia RIA Novosti.
Se trata del quinto envío ruso de ayuda a la población de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, regiones que están al borde de una catástrofe humanitaria en medio de un alto el fuego relativo.
El cuarto convoy regresó el viernes pasado. Los tres primeros convoyes llevaron a la región un total de 6.000 toneladas de materiales de primera necesidad.