HRW revela las torturas que viven los niños kurdos secuestrados por el Estado Islámico

Los niños kurdos de la ciudad siria de Kobani cuentan las torturas y el maltrato que sufrieron durante un cautiverio a manos del Estado Islámico que duró varios meses, informa Human Rights Watch.
"Desde el inicio de la sublevación siria, los niños han sufrido los horrores de la reclusión y la tortura", afirma Fren Abrahams, asesor especial para los derechos de los niños en la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch (HRW). "Las pruebas de tortura y abuso de niños por parte del Estado Islámico muestran por qué nadie debería apoyar su empresa".    

El 29 de mayo, los milicianos yihadistas secuestraron a 153 niños kurdos cuando estaban de viaje en la ciudad siria de Kobani después de haber hecho los exámenes escolares en Alepo. Cuatro de ellos, una vez en libertad después de cuatro meses de cautiverio, han contado en detalle lo que han vivido allí a representantes de HRW. 
 
Según los niños, los guardias del EI de la escuela de Manbij, adonde los trasladaron, pegaron a los niños que intentaban escapar, obtenían malos resultados en las clases de religión o hacían cualquier otra cosa considerada por los guardias como mal comportamiento. El peor tratamiento lo recibían los niños cuyos familiares estaban en las Unidades de Protección del Pueblo, un grupo armado kurdo.
 
De acuerdo con un niño entrevistado, los guardias utilizaban un cable eléctrico para pegar a los niños en las manos, la espalda o las plantas de los pies. Según el relato de este menor, a otro niño que exclamó "Oh, madre!" al encontrarlo en el cuarto de otro grupo lo colgaron con las manos atadas detrás de la espalda y un pie en la mano y le dijeron que tenía que dirigirse a Dios y no a su madre.

Todos los niños han relatado que los obligaban a rezar cinco veces al día y someterse a una instrucción religiosa intensa. Sus maestros les hacían ver videos del EI en combate y de decapitaciones. Al principio, se les prohibía hablar en kurdo.

Los últimos 25 niños liberados del total de 153 recuperaron su libertad el 29 de octubre pasados. Los cuatro chicos entrevistados admitieron que no encontraban otra explicación a su liberación que el hecho de haber terminado su entrenamiento religioso. Antes de dejarlos marchar les dieron 150 libras sirias  (1 dólar) y un DVD con material religioso.