Rusia celebra hoy una fiesta doble: el Día de la Marina de Guerra y el Día de Neptuno, el patrón de los marineros.
La fiesta oficial de la Armada como tal se origina en el año 1939, pero la fecha del último domingo de julio fue establecida en 1980. Desde entonces este día está marcado por los desfiles solemnes de las tropas de la Marina en todas las ciudades porteñas del país, los 'shows' de naves militares modernas, presentaciones teatrales dedicadas a la historia de la Marina en el país y conciertos y fuegos artificiales por la noche.
Los primeros en empezar a celebrar su fiesta profesional, como siempre, fueron los marineros de la Marina del Océano Pacífico, ya que hay una diferencia horaria de siete horas con respecto a Rusia central.
Esta vez los espectadores, tanto oficiales como civiles, pudieron disfrutar de un desfile de navíos de guerra rusos, japoneses y estadounidenses.
Mientras tanto, los alumnos de los colegios marinos locales tuvieron la ocasión única de conocer en persona a altos cargos de la Armada del país.
San Petersburgo, a su vez, alojó desfiles de los cadetes de sus escuelas navales y la Marina Báltica pasó revista. La peculiaridad del evento es que una vez terminada la parte oficial, los aficionados civiles tienen la oportunidad única de subir a bordo de los buques militares y ver cómo son desde dentro.
Moscú, a pesar de que no posee una flora de mar, sino de río, también participó en las celebraciones y ofreció al público un concierto festivo a la orilla del río Moscova.
La ciudad naval ucraniana de Sebastopol alojó el desfile y las maniobras conjuntas de Rusia y Ucrania de la Marina del Mar Negro, con unos 5.000 efectivos involucrados.
Al público aficionado el evento le pareció aún más espectacular gracias a que, según la tradición antigua, los efectivos de la Marina del Mar Negro son los únicos que llevan pantalones blancos de gala durante las celebraciones.
Sin embargo este día las ceremonias no tienen un carácter puramente oficial. Según las tradiciones antiguas, en su fiesta los marineros están 'obligados' a acordarse de Neptuno y de su corte para que su benevolencia les acompañe durante sus rutas. Así que para no provocar la ira del Dios de los mares, los efectivos, aparte de participar en desfiles militares, se ven obligados a asistir y, a veces, tomar parte también en presentaciones teatralizadas dedicadas al Día de Neptuno, la segunda fiesta nacional que se celebra este día.
La historia de la Marina rusa como tal se remonta al emperador Pedro I, que se considera 'el padre de la flota rusa'. El primer navío militar de vela, Oriol, fue construido en los años 1667 y 1669 durante el reinado de Aleksei I de Rusia, padre de Pedro I. Era de 24,5 metros de largo y 6,5 metros de ancho. Estaba armado con 22 cañones y su tripulación constaba de 22 marineros y 35 efectivos de combate.
Tras ascender al trono del país en 1689, Pedro I buscaba encontrar la salida al Mar Báltico y al Mar Negro. Entre los años 1695 y 1696 construyó dos navíos más, pero ya de 36 cañones, 23 galeras y 1.300 barcas marítimas. Así apareció la Marina rusa de Azov que recibió su nombre de la fortaleza turca de Azov que había conquistado en 1696 para obtener la salida al Mar Negro.
Desde entonces Rusia empezó con la construcción naval a gran escala. En menos de un año empezaron a funcionar 40 buques de vela y 113 de remo. Tras acabarse la Gran Guerra del Norte contra Suecia, que duró de 1700 hasta 1721, Rusia obtuvo, además, la supremacía en el Mar Báltico, convirtiéndose en una de las potencias marítimas más poderosas de la época.
La tradición de realizar desfiles de la Marina también asciende a Pedro I: la primera revista de gala de navíos en Rusia tuvo lugar en 1699.