Los cubanos esperan que el mandatario Raúl Castro anuncie reformas económicas orientadas hacia iniciativas privadas durante su discurso en el marco de las festividades revolucionarios que el país insular celebrará el lunes.
Los dos últimos años han sido difíciles para la economía cubana y la situación se está complicando por las condiciones adversas del mercado mundial.
Al respecto se pueden mencionar el daño de 10 mil millones de dólares causado por los huracanes que golpearon la isla en 2008, el persistente embargo económico y comercial por Estados Unidos, el descenso significativo de los precios del níquel que exporta Cuba y el turismo.
Además, los factores económicos nacionales han sido repetidamente objeto de críticas en los discursos de los líderes cubanos y medios locales.
Se habla, en primer lugar, de la baja eficiencia de producción, excesivos gastos sociales, la necesidad de reducir el holgado personal de las empresas públicas (alrededor de un millón de puestos de trabajo, un 20% de la población total en edad laboral).
Además, los líderes isleños han subrayado repetidamente la necesidad de cortar el consumo excesivo de recursos energéticos así como reducir las importaciones a través de la producción doméstica.
Cuba en los últimos dos años se ha enfrentado a una grave crisis de liquidez que ha llevado el país, según Raúl Castro, a revisar los plazos de pago y otros acuerdos con organizaciones extranjeras.
En este contexto, los observadores esperan que el liderato del país anuncie nuevas iniciativas de política económica, afirmando que hay suficientes razones para tales esperanzas.
Se viene llevando a cabo en los últimos dos años una reforma agraria para otorgar a agricultores tierras anteriormente no utilizadas. Además, una cantidad de peluquerías y salones de belleza en algunas zonas de La Habana se han convertido en cooperativas como partes de un experimento, se ha cambiado la forma de trabajo en algunas empresas de taxis metropolitanos y se ha reanudado la emisión de licencias para transporte privado.
Sin embargo, y según muchos expertos, los cambios estructurales en la economía, anunciados por Raúl Castro hace unos años, todavía no se han realizado. Varias razones están frenando las reformas ya iniciadas, por ejemplo, del millón de hectáreas de tierra no utilizadas asignadas a los agricultores, solo el 46% es empleada para producción agrícola.
Entre las razones de la demora se enumeran problemas en la preparación del personal necesario, obstáculos burocráticos para obtener los permisos de uso de la tierra, así como la carencia de control sistemático sobre las tierras ya asignadas.