Según el comunicado, el agujero en el muro sirve para recordar que "Jerusalén es una ciudad palestina" y que "ni el muro de separación ni los militares israelíes pueden impedir que palestinos visiten la mezquita Al Aqsa".
Los activistas hicieron un llamamiento a la unidad de los palestinos, a que tomen parte en "la batalla por Jerusalén" y defiendan todos los sitios sagrados para el islam y el cristianismo.
Además, el Comité de Coordinación de la Lucha Popular de Palestina instó a la gente a prepararse para "la última intifada de Jerusalén" que, según los activistas, "terminará con liberación de Palestina".