Durante el recorrido por la capital, centenares de capitalinos se unieron a la marcha, que terminó en el Zócalo de la Ciudad de México con un mitin. Durante el acto en el Zócalo sus participantes exigieron la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, del Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, así como una reforma de las instituciones que conforman el Estado.
Protestas violentas: ¿Ira popular o provocación?
La marcha, que duró 7 días, terminó de manera pacífica, a diferencia de las movilizaciones del sábado en la Ciudad de México y Chilpancingo, en Guerrero.El ataque contra el edificio del Palacio del Gobierno en Chilpancingo, durante el que manifestantes encapuchados quemaron 7 vehículos y rompieron ventanas del edificio con piedras y palos, acabó sin que interviniera la policía y sin que se produjeron detenciones. Tras la acción violenta ocurrido unas horas más tarde en el centro de la capital del país, al menos fueron arrestadas 25 personas, de las que 18 permanecen detenidas.
La marcha de miles de personas, en la que participaron familias con niños, terminó la noche del sábado en el Zócalo de la ciudad con un numerosos mítines. La manifestación tuvo carácter meramente pacífico hasta que un grupo de personas encapuchadas empezó a atacar las puertas del Palacio Nacional situado en el Zócalo, sede del poder ejecutivo.
En el momento del ataque la policía no se encontraba en el lugar, a pesar de que la manifestación de miles de personas permaneció en el zócalo durante horas. Cuando apareció la policía se produjeron choques y -según testigos- la policía golpeó a varias personas, entre ellas reporteros.
El domingo el presidente Enrique Peña Nieto condenó la violencia, mientras en la redes y en los medios locales prende la opinión de que la culpa fue de provocadores. A estas voces se unieron algunos políticos como la del senador Omar Fayad . "Lo que buscan es provocar para que haya represión, quieren provocar para que el Gobierno los detenga" .