El mal de Chagas tiene fama entre los científicos de ser un 'asesino silencioso' ya que puede estar presente en el torrente sanguíneo de las personas durante un máximo de dos décadas antes de causar que el colapso de los órganos.
La fase inicial de esta enfermedad tropical casi no presenta síntomas y puede durar varias semanas o meses enteros, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Si un paciente presenta síntomas, pueden ser confundidos fácilmente con otra enfermedad.
Los síntomas descritos por el paciente pueden incluir fiebre, fatiga, dolor de cuerpo, dolor de cabeza, pérdida de apetito, diarrea y vómitos. Los signos en la exploración física pueden incluir agrandamiento leve del hígado o del bazo, inflamación de los ganglios e inflamación local donde el parásito entró en el cuerpo.Chagas called the new AIDS b/c of its asymptomatic beginnings that can turn to a fatal end if disease progresses pic.twitter.com/jqTawhRmk3
— slone (@slone) November 10, 2014
"Normalmente las personas no se sienten enfermas," cuenta Melissa Nolan García citada por 'Daily Mail', investigadora asociada en el Baylor College en Houston y autora principal de dos estudios publicados sobre el mal de Chagas, "por lo que no buscan atención médica, pero por último esta enfermedad termina causando una enfermedad cardiaca en un 30% de las personas infectadas".
La segunda fase, o la fase crónica de la enfermedad, es mortal. Los enfermos pueden presentar complicaciones cardiacas, incluido un agrandamiento del corazón (cardiomiopatía), insuficiencia cardiaca, alteración del ritmo cardiaco o paro cardiaco (muerte súbita), así como complicaciones intestinales, como un esófago agrandado (megaesófago), etc.
En julio, los Centros para el Control de Enfermedades estimaban que 300.000 personas en EE.UU. (mayoritariamente en Texas) estaban infectadas, pero ahora esta enorme cifra podría podría acercarse a 400.000.
La enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana) es causada por el 'Trypanosoma cruzi', un parásito relacionado con una versión africana que causa la enfermedad del sueño. Es endémica de México, América Central y América del Sur, donde se estima que unos ocho millones de personas la padecen, la mayoría de las cuales no sabe que están infectadas.
Pero incluso si la mortal enfermedad se diagnostica, no hay tratamientos autorizados viables. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. no ha aprobado todavía dos medicamentos, el nifurtimox y el benznidazol, que se utilizan actualmente para el tratamiento de la enfermedad porque conllevan riesgos de daños al sistema nervioso, náuseas y pérdida de peso, según un comunicado de la Administración.