Hoy en día, alrededor de 700 millones de personas en 43 países sufren las consecuencias de la escasez de agua. En 2025, debido al cambio climático global y al crecimiento de la población en todo el planeta, esta cifra superará los 3.000 millones.
Según los expertos, el principal desencadenante de los futuros conflictos será la desigual distribución de los recursos hídricos. Los lugares donde existe mayor escasez de agua en el mundo son Oriente Medio, China, India, Asia Central y África Central y Oriental. Para los países del continente africano el acceso al agua dulce es una cuestión de seguridad nacional, por lo que la decisión de Etiopía de construir en el Nilo una gran central hidroeléctrica causó un fuerte descontento por parte de Egipto, subraya la profesora del Departamento de Estudios Orientales del Instituto Estatal de Moscú de Relaciones Internacionales, Marina Saprónova.
"En Egipto temen que después de la construcción de la presa el país pierda una cuarta parte de sus recursos acuáticos. Casi el 98% de la población vive en el valle del Nilo. En consecuencia, no estamos solo ante una cuestión de seguridad alimentaria, sino también de producción industrial y seguridad nacional", afirma la profesora.
En una reciente entrevista en la emisora rusa VestiFM, el presidente del Instituto de Oriente Próximo de la Academia de las Ciencias de Rusia, Yevgueni Satanovski, advirtió: "Egipto se está preparando para un feroz ataque por las aguas del Nilo".
"Hemos asistido a la formación de una alianza contra Etiopía integrada por Egipto, Sudán y Eritrea. Además, Etiopía tendrá problemas con Somalia y Ogadén, una región musulmana de mayoría somalí en Etiopía", cree el experto. "El motor de esta alianza es Arabia Saudita, que de este modo está creando también una alianza contra EE.UU., porque sustituye a este país como suministrador de armas en el mercado egipcio", explica.
Al mismo tiempo, la alianza contra Etiopía puede ser uno de los indicios de que en África se avecina una gran guerra que, probablemente, se desate poco después de que Etiopía ponga en funcionamiento su central hidroeléctrica en 2017. Además, "la guerra por el agua será mucho peor que una guerra por la energía. Las personas pueden vivir sin petróleo, pero no pueden sobrevivir sin agua", concluyó el experto.