Tres jóvenes de nacionalidad estadounidense y un mexicano desaparecieron en la ciudad de Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, el pasado 12 de octubre. Dos semanas más tarde, se hallaron sus cadáveres quemados y con impactos de arma de fuego.
Testigos del secuestro sostienen que los responsables de lo ocurrido fueron varios integrantes del Grupo Hércules.
La organización, denominada ‘Grupo Táctico Operativos-Hércules Matamoros’, fue presentada oficialmente el pasado 7 de septiembre por la alcaldesa de Matamoros, Norma Leticia Salazar Vázquez. Vestida con un uniforme militar y al grito de "todos somos Hércules", reconoció que se trataba de un equipo de élite, capaz de proteger a todo el pueblo y formado por exmarines y exmilitares.
Desde que el Grupo Hércules comenzó a operar, numerosos ciudadanos lo han denunciado por abuso de autoridad.
El papel de este cuerpo de seguridad pasó a ser cuestionado a nivel nacional e internacional tras el 12 de octubre. Ese día los hermanos Érica, Alex y José Ángel Alvarado Rivera y José Guadalupe Castañeda, novio de la chica, fueron presuntamente secuestrados y asesinados por miembros del Grupo Hércules. Sus cuerpos sin vida se hallaron 16 días después.
El caso continúa sin esclarecerse y Raquel y Pedro, los padres de los estadounidenses, se han convertido en investigadores de las muertes de sus hijos, señala un artículo publicado en el portal 'The Daily Beast'.
La madre insiste en que sus hijos no tenían cargos penales ni contaban con órdenes de arresto.
Pedro, el exesposo de Raquel y padre de los jóvenes, entrevistó a testigos del secuestro. Estos le dijeron que hombres con uniformes negros obligaron a los jóvenes a entrar en vehículos blindados que llevaban la insignia del Gobierno de la ciudad de Matamoros.
La pesquisa sigue adelante y nueve miembros del Grupo Hércules han sido citados a declarar, según la procuraduría estatal. El FBI también está investigando el caso.