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Títulos nobiliarios rusos, ya a la venta

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Adquirir títulos nobiliarios de la Rusia imperial es ahora cuestión de disponer de algunos miles de dólares. Mientras los expertos consideran falsas estas distinciones, el número de aspirantes a formar su propia dinastía no disminuye.
Títulos nobiliarios rusos, ya a la venta

Adquirir títulos nobiliarios de la Rusia imperial es ahora cuestión de disponer de algunos miles de dólares. Mientras los expertos consideran falsas estas distinciones, el número de aspirantes a formar su propia dinastía no disminuye. 

Un millón de rublos o 35.000 dólares es el precio que Natalia Kóchetova, de 20 años de edad, pagó por realizar su sueño: convertirse en su excelencia la condesa Natalia de Bright. Los gastos incluían también un vestido estilizado, una corona y una ceremonia solemne.

“Es una entrada en la alta sociedad, esto me ofrece una posición social”, señala Natalia.

Según Valeri Dmítriev, el jefe de la Sociedad Rusa Imperial, quien le entregó el título de condesa a Natalia, la nobleza no se le otorga a cualquiera. “Aquellos que no son patriotas o tienen antecedentes penales o se comportan mal, los que no son símbolos de nuestra época, no pueden obtenerlo, no importa la cantidad de dinero que estén dispuestos a pagar”, afirma.

Dmítriev asegura que el dinero que desembolsó Natalia contribuirá al bienestar de Rusia y de sus ciudadanos. Al mismo tiempo insiste en que la joven fue escogida entre otras solicitantes no sólo por su dinero. La explicación presentada por él suena bastante original: “Natalia tiene un camino especial por delante, algún día puede convertirse en una gran emperatriz rusa. O a lo mejor, ¿quién sabe?, en el futuro el mundo será monopolar y dirigido por mujeres”.

Lejos de apoyar suposiciones tan atrevidas, los representantes de la Casa Imperial Rusa afirman que la venta de títulos es una gran estafa. Según Alexándr Zakátov, el jefe de la oficina de la Casa Imperial Rusa, “en todo el mundo, incluso en Rusia, un título nobiliario sólo puede ser otorgado por el que encabeza la Casa Real o Imperial, un cargo oficial. Aquí la Casa Imperial Rusa es conducida por la gran princesa María Vladímirovna Románova. Es la única manera legal”.

Pero, por lo visto, la dudosa legitimidad de estos documentos no impide a sus dueños sentirse miembros de la nobleza. Y eso no está nada mal, sobre todo si su comportamiento se corresponde con esta distinción.

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