El guía local y fotógrafo Denís Budkov y Natalia Balentsova, fotógrafa de Cheliábinsk, encontraron estas cuevas por casualidad en septiembre del 2012. Los fotógrafos cuentan que fueron "hipnotizados" por el "palacio mágico" que encontraron allí, a unos 70 kilómetros al sur de la capital regional de Petropávlovsk-Kamchatski, según publicó el diario 'The Siberian Times'.
"En el exterior, el glaciar estaba muy sucio y gris. Pero en el interior, todo era diferente. La nieve se estaba derritiendo, y la luz pasaba a través de las paredes finas reflejándose con colores sorprendentemente brillantes", dijo Natalia.
Las cuevas, que son casi imposibles de alcanzar sin la ayuda de un guía local, son un espectáculo impresionante de la naturaleza. El sol se refleja con colores vivos en las paredes de hielo de las cuevas. Ese 'iglú gigante' fue tallado en el hielo glacial no por la mano del hombre, sino por un río subterráneo que tiene su origen en una fuente termal volcánica.
Los paisajes vírgenes de la región de Kamchatka 'están esculpidos' por 29 volcanes activos y 450 glaciares, que crean vistas impresionantes y únicas.
De momento, el volcán Mutnovski parece estar durmiendo, pero entró en erupción 15 veces el siglo pasado.
"El volcán Mutnovski es el corazón de Kamchatka. Este corazón está latiendo, literalmente, y se puede sentir que la tierra se está moviendo ligeramente bajo sus pies", concluye Denís.