Ya es oficial. Pablo Iglesias ha sido elegido este sábado primer secretario general del partido Podemos, en un acto en el que se ha dado a conocer el resto de los miembros que conformaran la dirección del movimiento.
Iglesias obtuvo 95.311 de los 107.488 votos emitidos. Álvaro Monge, del equipo de Enfermeras, y Enric Martinez, de Podemos Unidos, ocuparon el segundo y el tercer lugar con 995 y 750 votos, respectivamente.
En el evento participan invitados internacionales como la coalición de la izquierda radical griega, Syriza, y otras formaciones latinoamericanas.
Desde que Podemos logró cinco eurodiputados en las pasadas elecciones europeas, su popularidad no ha dejado de crecer. En apenas nueve meses, ha logrado ganarse la confianza de votantes del PSOE, Izquierda Unida e incluso el PP. Según encuestas, poco más del 80% de la población muestra su descontento con la situación política actual, calificándola de mala o muy mala.
Precisamente ese descontento es lo que, según expertos, ha permitido al nuevo grupo situarse como tercera fuerza política en intención del voto en España, amenazando con poner fin al bipartidismo en el país.
La formación se define como un movimiento ciudadano que pretende, de una vez por todas, poner la política al servicio de la gente y poner fin a la corrupción. El trabajo digno, la sanidad universal y la jubilación a los 60 son solo algunas de sus reivindicaciones.
Para el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Armando Fernández Steinko, el sorprendente éxito de Podemos se debe a su capacidad de interesar a vastos sectores de la población española insatisfechos con el sistema político actual.
"El secreto del éxito es usar categorías con las que las masas populares se sienten identificadas", explicó el profesor a RT.
En su opinión, Podemos es "una propuesta más transversal que ideológicamente se sitúa en torno esencialmente a la defensa de los derechos humanos y los derechos de ciudadanía".