Basándose en los documentos que tiene a su disposición, el diario revela que grupos pequeños de agentes encubiertos se visten de estudiantes y se unen a los manifestantes que se reúnen frente al edificio de la Corte Suprema para detectar "actividades sospechosas". En el Departamento de Agricultura, más de 100 agentes encubiertos fingen ser beneficiarios de cupones de alimentos en las tiendas de la vecindad para trazar los posibles fraudes y vendedores sospechosos.
El trabajo encubierto en su momento fue una prerrogativa del FBI y muy pocas agencias de las fuerzas del orden a nivel federal, destaca 'The New York Times'. Sin embargo los cambios en las políticas y tácticas a lo largo de la última década, sin que el público general lo notara, resultaron en equipos encubiertos administrados por agencias prácticamente por todos lados.
Algunos oficiales sostienen que estos métodos les dan un poderoso nuevo instrumento para recaudar evidencias, aumentando el número de infracciones detectadas, algo que sería imposible con los métodos convencionales. Sin embargo, la escala ampliada de operaciones encubiertas que puede tener como blanco a individuos específicos o categorías específicas de posibles sospechosos también plantea cierta preocupación acerca del abuso de libertades civiles y captura de objetivos involuntarios, acentúa el diario.