Próxima reunión de UNASUR se prepara en una serie de encuentros

Salidas diplomáticas de la crisis entre Colombia y Venezuela prometen convertirse el próximo jueves en el tema clave del encuentro de Quito, de los cancilleres latinoamericanos en el marco de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Lo esencial en la situación vigente será una polémica abierta y directa entre las partes que interrumpieron su diálogo desde hace varios días, para no decir meses y años.

El Gobierno colombiano lleva a la reunión de UNASUR las preocupaciones que expresó la semana pasada ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde mostró vídeos, fotos y documentos que, a su juicio, probaban la presencia de jefes guerrilleros e incluso unos campamentos de las FARC en Venezuela. El caudal de la delegación oficial colombiana promete ser el mismo que llevó al presidente venezolano, Hugo Chávez, a romper las relaciones diplomáticas con el país vecino.

Por eso ha sido importantísima para el recién nombrado secretario general de UNASUR, el ex presidente argentino Néstor Kirchner, la entrevista con el mandatario electo de Colombia, Juan Manuel Santos, que asumirá su cargo el 7 de agosto. Es él por parte de quien Chávez espera señales de la “voluntad política real” que permita “reemprender el camino del diálogo”.

Kirchner calificó de “interesante, fructífera y alentadora” la reunión y en el primer lugar expresó su deseo de que no se repitan situaciones como la ruptura de las relaciones en el curso del desarrollo de vínculos interregionales. Santos se adhirió a las consultas sobre el tema a medida que realiza su gira por las capitales de las naciones iberoamericanas, desde Santiago, Lima y la ciudad de México hasta Panamá, San José y Santo Domingo.

Dado que el político acentúa su lealtad al Gobierno vigente colombiano hasta el momento en el que asuma el poder, todavía no podremos persuadirnos de la efectividad de sus ideas y planes si aparecen en sus encuentros con los líderes de la región antes de la fecha cierta. Sin embargo, se posiciona dispuesto a arreglar pacíficamente el conflicto sobre la presencia de las guerrillas en el territorio venezolano.

En cambio conocemos los argumentos de Caracas: "La solución es ir a la paz en Colombia y construir la paz, y la solución debe construirse con Suramérica", señaló el canciller venezolano Nicolás Maduro durante su encuentro en Buenos Aires ya con la actual mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en una de las etapas de su gira por la región para exponer el punto de vista venezolano en el conflicto. Tenía también una entrevista con el esposo de la presidenta, el secretario general de UNASUR.

Maduro alertó a sus vecinos del sur, así en Argentina como en Chile, sobre el peligro de las “acciones desesperadas de última hora” del presidente saliente colombiano, Álvaro Uribe, insistiendo en que Caracas se guiaba por el deseo de prevenir "algún tipo de evento militar”. En su lenguaje diplomático, calificó la ruptura de relaciones como una “medida de protesta en el campo diplomático y político para responder una andanada de amenazas y de ataques”.

“Nuestro gobierno es un gobierno respetuoso que combate permanentemente los grupos irregulares, que combate permanentemente el delito en 2.219 kilómetros de frontera del país mayor productor de cocaína en todo el continente, del país que ha generado la única guerra que existe en el continente", quejó en Santiago.

Su homólogo colombiano, Jaime Bermúdez, admitió que “el verdadero plan de paz pasa por la no intervención en los asuntos internos de ningún país", pero también instó que solo puede basarse en el reconocimiento de que “no exista ningún lugar en el mundo, ni físico ni político, donde las FARC o ningún grupo criminal puedan estar”. Rechazando la perspectiva de rectificación sobre la denuncia de la presencia de las FARC en Venezuela, el canciller colombiano aseguró al mismo tiempo que al gobierno de su país “no se le pasa por la cabeza una confrontación o una agresión a un país hermano”.

Así, en toda una serie de encuentros la polémica de la próxima reunión de UNASUR del 29 de julio resultó modelada ya y todas las propuestas posibles han resonado.