Ver más: El Tribunal de Apelación de Suecia mantiene la orden de detención contra Assange
Esta semana la Corte de Apelación de Suecia tendrá que decidir si obliga o no a la fiscal sueca a entregar a la corte y a la defensa del fundador del sitio web de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, las transcripciones de los mensajes SMS que éste intercambió con dos mujeres suecas, supuestamente víctimas de abuso sexual. Si la Corte decide no hacerlo, el caso se trasladará a la Corte Suprema y al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Sobre dichas transcripciones se basa la denuncia y la orden de detención contra Assange, que se vio obligado a buscar el asilo en la embajada de Ecuador en Londres, donde vive ya más de dos años, pese a que, formalmente, nunca le fueron imputados cargos.
Hasta ahora, la fiscal sueca Marianne Ny y varias cortes se negaron a entregar las transcripciones y solo dejaron a los abogados que las revisaran para que las memorizaran. Según ella, no puede hacer otra cosa hasta que Assange sea encausado formalmente. A su vez, la fiscal sueca, que reabrió el caso penal contra Assange después de que una vez ya fuera cerrado oficialmente, se negó a viajar a Reino Unido para interrogarlo, pese a que no solamente las normas jurídicas de ambos países lo permiten, sino que es una práctica rutinaria, explica en su investigación del caso el periodista John Pilger. Según él, la persecución de Assange es una farsa.
Para Pilger, las propias 'víctimas' de Assange han negado que fueron violadas por él. Una de ellas escribió que nada más quiso que la policía lo obligara a hacerse una prueba de VIH, ya que tuvieron sexo sin protección. "Fue la policía la que inventó los cargos", sostiene. La autoridades de Suecia, por su parte, nunca han explicado por qué no pueden darle a Assange garantías de que no lo extraditaran a EE.UU. si regresa para someterse allí a juicio.
Después de que en 2010 surgieran acusaciones, Assange permaneció semanas en Suecia. Cuando su abogada preguntó a la fiscal Ny si estaba en contra de que su cliente se fuera del país, dijo que no. En cuando Assange se fue de Suecia, esta emitió una Orden de Detención Europea, producto de la "guerra contra terror" diseñado para capturar a terroristas y criminales peligrosos, explica el periodista. A ello siguieron 10 días en una cárcel británica y el asilo en la embajada.
Pese a que su culpa nunca fue demostrada y Assange ni siquiera fue encausado oficialmente, los gobiernos y los medios internacionales de hecho lo declararon culpable desde los primeros días. El periódico británico 'The Guardian', a quién Assange entregó la llave electrónica para que publicara la información filtrada, pudo aumentar la venta de sus publicaciones, gracias al interés público que suscitó el tema, mientras que sus periodistas escribieron un libro sobre Assange, en el que lo tachan de "personalidad dañada", y en el que se inspiró una película "lucrativa", afirma John Pilger.
Mientras tanto, el propio Assange lleva dos años en la embajada de Ecuador, amenazado de muerte en varias ocasiones y de extradición a EE.UU., donde ya se encuentra preso condenado a 35 años de la cárcel su auxiliar Bradley (ahora Chelsea) Manning, que sufrió durante años condiciones que luego fueron considerados por la ONU cercanas a la tortura.