El decreto supondrá un alivio para la vida de millones de inmigrantes, que podrán así congelar su deportación y obtener permiso de trabajo válido por dos años -si logran demostrar permanencia en EE.UU. durante cinco años, tener hijos estadounidenses o ser residentes permanentes y si se someten a una revisión de antecedentes criminales, según las autoridades estadounidenses.
Nuestro sistema de inmigración no funciona y todos lo saben
Entretanto, entre los objetivos prioritarios de las deportaciones del país se encuentran "los sospechosos de terrorismo, los criminales que emplearon la violencia, así como pandilleros que recientemente (ilegalmente) hayan cruzado la frontera de EE.UU.", según la Casa Blanca.
"Hoy en día, nuestro sistema de inmigración no funciona y todos lo saben", afirmó Obama. El Gobierno estadounidense discute en los últimos años la necesidad de adoptar medidas para reparar "el sistema roto" de la inmigración. Sin embargo, entre los demócratas y republicanos persiste una gran controversia con respecto a la forma de aplicar tales iniciativas.
"Sigo opinando que la mejor manera de resolver este problema es trabajar juntos para aprobar ese tipo de ley de sentido común. Pero hasta que eso ocurra, hay medidas que tengo la autoridad legal para tomar como presidente [...] que ayudarán a que nuestro sistema de inmigración sea más justo y más adecuado. Hoy estoy anunciando esas medidas", declaró Obama.