"Mientras los tanques de EE.UU. se vuelven máquinas anticuadas y se quedan sin opciones de actualización, los últimos esfuerzos de Rusia por modernizar sus vehículos blindados de combate son motivo de preocupación", sostiene Dave Majumdar, experto estadounidense en cuestiones militares en 'National Interest'. Los revolucionarios tanques rusos Armata serán entregados al Ejército a principios de 2015, y se espera que dos docenas de estas nuevas máquinas participen en el desfile del Día de la Victoria en Moscú el próximo año, informa TASS.
El tanque constará de un cañón-lanzador de 125 milímetros de calibre y una torre deshabitada, quedando ubicada la tripulación en una cápsula blindada. Según Dave Majumdar, se trata de una configuración única de la que carecen todos los demás carros de combate modernos.
Mientras tanto, las fuerzas terrestres estadounidenses ya acumulan varios intentos de reemplazar el vehículo de combate Bradley y el tanque de combate Abrams. En la pasada década emprendió el programa Future Combat Systems, que planeaba crear vehículos de combate ligeros para reemplazar los tanques fuertemente blindados. Sin embargo, pronto se hizo evidente que la máquina de 20 toneladas nunca sería comparable al nivel de protección de un tanque de 70 toneladas.
"Abrams aún tiene que ser reemplazado. En el diseño de la década de los 70 existe un límite para la modernización. Todo su potencial de actualización en términos de espacio, peso y potencia está terminado. Según los planes actuales, el Abrams permanecerá en servicio hasta la década de 2050. Para entonces la máquina ya tendrá 70 años. Mientras tanto, el resto del mundo continúa modernizando sus vehículos blindados", advierte el experto estadounidense.