Barack Obama llegó al poder en un momento en que las relaciones entre republicanos y demócratas en Washington eran muy complejas, explica el analista en un artículo en 'The National Interest'. En su opinión, a pesar de que el actual presidente prometió rectificar la situación, el estado de las cosas no ha mejorado.
Merry sostiene que en Washington todavía hay desacuerdos sobre quién es responsable de la creciente hostilidad dentro de la política nacional de EE.UU. "Viendo cómo funciona la política estadounidense, la culpa de estos procesos recae en Obama", cree el politólogo.
El columnista considera que Obama recibió el apoyo de la sociedad estadounidense por sus "altas aspiraciones y elocuencia". Sin embargo, en su opinión, la incapacidad del líder de EE.UU. para cumplir con sus promesas ha generado una gran cantidad de reclamaciones.
De acuerdo con Merry, la discordia política en EE.UU. aumenta ya que los "acontecimientos fueron más allá de los marcos de paradigmas políticos obsoletos" y los políticos se aferran a "ideas viejas que ya no funcionan". Según el observador, en lugar de formar "nuevos paradigmas y comenzar una nueva era política, el presidente de EE.UU. "continuó buscando apoyo en conceptos políticos obsoletos como la redistribución de ingresos, el conflicto de clases y la expansión del Gobierno".
El experto señala que incluso el mayor logro de Barack Obama, la creación de un sistema de atención de la salud asequible (ObamaCare), "aportó en el cuerpo político casi más odio y veneno que cualquier otra decisión del Gobierno en el pasado".