"No sé si se puede hablar con el Estado islámico, pero nunca cierro la puerta. Mi puerta siempre está abierta", declaró Francisco, citado por el diario italiano 'La Repubblica'.
El sumo pontífice llegó este martes a Estrasburgo, donde intervino ante el Parlamento y el Consejo Europeo en una visita relámpago de cuatro horas. Allí Francisco aseguró que actualmente la enfermedad más extendida en el Viejo Continente es la soledad.
"Tenemos un montón de cosas, a veces innecesarias, pero ya no somos capaces de construir unas relaciones humanas normales. Ante nuestros ojos está la imagen de una Europa herida, un poco cansada y pesimista, que se siente ante el asedio de las innovaciones procedentes de otros continentes", subrayó.
"Las grandes ideas que en su momento inspiraron a Europa parecen haber perdido atracción y han sido reemplazadas por los tecnicismos burocráticos de sus instituciones […] Europa da una impresión general de cansancio y envejecimiento, de ser una 'abuela' que ha dejado de ser fértil y vibrante", comentó el pontífice, según cita 'The Wall Street Journal'.
Cabe destacar que días antes, el embajador iraquí ante el Vaticano, Habeeb al Sadr, advirtió que el Estado Islámico estaba planeando un atentado contra el papa Francisco en uno de sus viajes al extranjero.
Según al Sadr, el grupo terrorista cuenta en sus filas con miembros canadienses, estadounidenses, franceses, británicos e incluso italianos, por lo que el movimiento podría instruirlos para asesinar al sumo pontífice cuando surja la oportunidad.