"No es admirador de la globalización ultraliberal; la soberanía y la independencia nacional no son malas palabras para él. En pocas palabras, nuestro credo no es el suyo", escribió.
No es admirador de la globalización ultraliberal; la soberanía y la independencia nacional no son malas palabras para él. En pocas palabras, nuestro credo no es el suyo
Por eso Occidente ve al presidente ruso como un "infiel".
"No como enemigo, porque el enemigo es alguien que quiere hacerte daño. Pero Putin no quiere hacernos daño, ni lo hace. Es peor. Ya que no comparte nuestros valores, es un hereje, infiel, impío", escribe.
"Déjale ser castigado como merece este incrédulo, este escéptico, él, los suyos y su pueblo", dice el autor.
Según él, la crisis ucraniana ha desembocado en una guerra religiosa, donde hay que tomar partido.
"(Hay que) Aprobar medidas punitivas contra Putin o convertirse en un renegado o traidor", explica el periodista.
El autor recuerda las palabras del entonces presidente francés, Charles de Gaulle, para la televisión soviética durante su visita a la URSS en 1966.
De Gaulle dirigiéndose por parte de la "Francia de siempre a la Rusia de siempre" subrayó el "interés y atracción especial" que nunca han dejado experimentar un país para el otro, que ayudándose uno a otro, "ambos ganan mucho" y llamó a la cooperación "a favor del equilibrio, el progreso y la paz".
"Me gustaría que nuestro presidente actual fuera capaz de decir tales palabras", concluyó el autor.