Cuando a los participantes en el estudio se les pidió identificar al hombre armado en la primera imagen, la mayoría contestó correctamente. No obstante, cuando les pidieron hacer lo mismo en la segunda imagen, la mayoría de las personas, tanto blancos como negros, señalaron al afroamericano, aunque estuviera desarmado.
Los expertos ven en este comportamiento un problema de racismo oculto. El hecho de que se perciba a un hombre negro como una amenaza a pesar de estar desarmado demuestra que el racismo de los estadounidenses está escondido en el subconsciente, lo que hace que sea más difícil erradicarlo, según los psicólogos.
Los seres humanos son repetida, rutinaria y profundamente prejuiciosos
"El principal problema hoy en día no radica en las personas que usan capuchas [en referencia al KKK], sino en las personas que usan traje", señaló a CNN Eduardo Bonilla-Silva, sociólogo de la Universidad de Duke.
"Entre más asumamos que el problema del racismo se limita al Klan, a 'los birthers' [personas que dudan de la legitimidad de la ciudadanía de Obama], al Tea Party o al partido republicano, menos entendemos que la dominación racial es un proceso colectivo y todos jugamos este juego", indicó.
Bonilla-Silva llama este fenómeno "racismo sin racistas", que es también el título de su libro sobre la supremacía blanca estadounidense. El sociólogo opina que la tragedia de Ferguson, donde el joven afroamericano Michael Brown fue asesinado por el policía Darren Wilson, absuelto recientemente tras un polémico veredicto judicial, muestra que es hora de que la sociedad estadounidense actualice su discurso sobre el racismo para reflexionar sobre la situación en la actualidad.