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En Rusia se cultivan plantas tropicales

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Ya hace casi dos meses Rusia ha sido sofocada por un calor insoportable. Mientras algunos experimentan todos los métodos posibles para combatir las altas temperaturas, otros obligaron al calor a trabajar para su beneficio.
En Rusia se cultivan plantas tropicales

Ya hace casi dos meses Rusia ha sido sofocada por un calor insoportable. Mientras algunos experimentan todos los métodos posibles para combatir las altas temperaturas, otros obligaron al calor a trabajar para su beneficio.

Los floricultores de un pequeño invernadero de Lipetsk están preparándose para cosechar plátanos y papayas. Las ramas de algunas higueras también están repletas de frutos.

La floricultora Galina Yushkova afirma: “El calor anómalo nos atormenta solo a nosotros. Las plantas se sienten muy bien. Este año tendremos una enorme cosecha de plátanos.”

Pero no es esta planta la que ha llenado de entusiasmo a todo el invernadero. Aquí están esperando la floración de una Victoria Regia, el nenúfar tropical más grande del mundo. Para Rusia Central es un acontecimiento extraordinario. Esta flor es una de las 10 plantas más raras y hermosas de nuestro planeta.

Según los especialistas, en condiciones naturales las hojas de este nenúfar pueden alcanzar los dos metros y medio de diámetro y aguantan un peso de hasta 50 kilos.

Los biólogos de Lipetsk han pedido las semillas de esta flor exótica a sus colegas de la capital de la república caucásica de Abjasia. Les han advertido que el nenúfar amazónico es muy caprichoso y que resulta difícil cultivarlo. La temperatura del agua debe tener siempre 33 grados. Sin embargo, los profesionales rusos no temieron a las dificultades. 

La floración del nenúfar es un fenómeno hermoso e increíble. Dura dos noches. En la primera la flor es de color níveo. Por la mañana todavía se puede verla. Luego la flor se cierra, se esconde bajo el agua y en la segunda mañana vuelve a subir y abrirse pero esta vez de color rosa.

Ver la corola abierta del gigantesco nenúfar es una gran suerte. Las flores tienen un exquisito aroma a piña.

Los pequeños visitantes del invernadero tienen la posibilidad de experimentar la fuerza de sus hojas. Dasha tiene tan sólo un año y medio y pesa unos 10 kilos. Parece que a la nueva Campanilla le ha gustado la flor exótica. Los especialistas dicen que si el escudete tuviera más espacio para crecer podría también acoger en sus hojas a personas adultas.

Un visitante, Alexéi Golubkov, dice: "Es un relajo. Vienes, descansas y te olvidas de todos los problemas".

Tan sólo la pequeña niña vergonzosa no intenta hacer competencia al famoso nenúfar. Nada más tocarla ella esconde sus delicadas hojitas.

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