Con esta analogía, el coronel Hammes, oficial de Marina retirado y especialista en guerra contra la insurgencia, intenta explicar su teoría sobre la desventaja de las armas costosas y sofisticadas sobre las más prácticas y de producción en masa, publica 'The Diplomat'.
El problema surge cuando el número de miembros de la tribu supera el número de armas y cartuchos que el explorador puede permitirse
A medida que cambia el ambiente en que se libran las guerras, explica Hammes, el muy capaz caza F-22 Raptor se enfrentaría a este mismo problema si tuviera que combatir a 10 jets más antiguos. El F-22 simplemente se quedaría sin municiones. A pesar de que tiene capacidad para escapar, el Raptor sería derrotado tácticamente por un gran número de aviones mucho más baratos, asegura el coronel.
Por desgracia, "es demasiado costoso para adquirirlo en cantidades suficientes para superar esta deficiencia", comenta. "Hoy en día, las importantes mejoras en el campo de la robótica, la inteligencia artificial, la biología y los nanomateriales están cambiando el cálculo de coste/eficacia a favor de 'lo pequeño, elegante y barato' frente a 'lo poco y exquisito, pero muy caro'", agrega el excomandante.