Según el director ejecutivo de Human Rights Watch, el Gobierno de Ucrania coincide en que los lanzadores múltiples de cohetes Grad y las municiones de racimo no deben utilizarse en zonas pobladas. "En lo que no estamos de acuerdo con ellos es en la evaluación de con qué frecuencia ocurrían estos casos", ha señalado el director de Human Rights Watch.
Anteriormente la citada organización había acusado a Kiev de haber cometido múltiples violaciones de derechos humanos y de haber usado armas no precisas en zonas residenciales de Donbass.
En repetidas ocasiones Moscú ha llamado la atención de la comunidad internacional sobre el hecho de que, según los testimonios de testigos, los militares ucranianos han usado presuntamente bombas de racimo, prohibidas por las leyes internacionales. En octubre Human Rights Watch se unió a estas declaraciones considerando el uso de este tipo de armas en áreas pobladas del este ucraniano como crimen de guerra. Según un informe de la ONU, desde el pasado mes de abril han fallecido en el conflicto militar ucraniano 4.317 personas y otras 9.921 han resultado heridas.