Los vehículos fueron reunidos desde 1950 hasta 1970 por el empresario y coleccionista francés Roger Baillon, que soñaba con repararlos y mostrarlos en un museo. Sin embargo, sus planes fracasaron. El negocio de Baillon quebró y el empresario tuvo que vender 50 automóviles. Desde entonces el resto de su colección quedó en el garaje de su finca entre basura y otras cosas inútiles.Artcurial met à jour un trésor… de 60 voitures ! - http://t.co/SkwzDrHRwv - autoplus pic.twitter.com/QBsWr1OKug
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Bailon murió hace 10 años y su hijo, el año pasado. Los nietos del empresarios desconocían el valor de la colección, por lo que decidieron llamar a unos especialistas para que lo determinaran.
Entre los vehículos de la colección se encuentran dos coches realmente exclusivos: un Maserati A6G Gran Sports, de 1956, que tiene un valor de un millón de libras (unos 1,5 millones de dólares) y es uno de los tres que existen el mundo, y un Ferrari 250 GT SWB California Spider, de Alain Delon, valorado en 9,5 millones de libras (unos 14 millones de dólares).