Cuatro ciudadanos cubanos robaron una embarcación estatal para cruzar el mar en busca de una vida mejor en EE. UU. Sin embargo, los norteamericanos devolvieron a los fugitivos a su patria.
Las autoridades estadounidenses actuaron en conformidad con las normas de los Acuerdos Migratorios vigentes entre los dos países. El Gobierno norteamericano mantiene vigente desde 1996 la llamada Ley de Ajuste Cubano y la política de "pie seco-pie mojado". Ésta establece que los cubanos que llegan a territorio estadounidense pueden quedarse en el país, mientras que los interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a Cuba.
Dos custodios de la Base Náutica de la Habana con sus compañeros intentaron abandonar el país hacia los Estados Unidos en un barco robado. Las circunstancias de este hecho han sido investigadas por las autoridades cubanas.
Según los medios norteamericanos, más de 200 cubanos en menos de un año lograron pisar tierra estadounidense. Por lo que se ve, con el tiempo las patrullas estadounidenses están bien atentos a los huéspedes extranjeros: el número de indocumentados se ha reducido 20 veces en comparación con el año 2007.