La realidad es que el Estado ucraniano gasta en su Ejército menos del 1% del PIB
Rahn también recordó que en abril el FMI aprobó la concesión a Ucrania de un préstamo de 17.000 millones de dólares a cambio de que el país llevara a cabo reformas y erradicara la corrupción. El Gobierno de Poroshenko presentó un plan detallado para la consecución de los objetivos, pero, según el científico, Kiev no ha cumplido ninguna de las promesas.
"A pesar de que en Kiev dicen que la mayoría de los fondos del FMI se destinaron a gastos militares, la realidad es que el Estado ucraniano gasta en su Ejército menos del 1% del PIB", asegura Rahn. Sobre esta base, el científico llegó a la conclusión de que el monto asignado por el FMI se gastó en corrupción y en sobornos a votantes.