Los moscovitas huyen de la ciudad en busca de un 'refugio ecológico'
Desde hace varios días Moscú permanece envuelta en una nube de humo de denso olor provocada por los incendios forestales que han azotado 17 regiones del país. La contaminación del aire ha llegado a un nivel extremo y un simple paseo por la calle sin una mascarilla equivale al hecho de fumar dos cajas de cigarrillos.
El primer médico sanitario de Rusia, Guennadi Oníschenko, pidió este jueves a los moscovitas que no pasaran mucho tiempo en la calle y que usaran mascarillas húmedas al salir. Pero señaló que lo mejor para todos sería abandonar la ciudad. La recomendación del médico fue escuchada por miles de moscovitas que se están yendo de la capital en busca de un 'refugio ecológico'.
El año pasado la industria del turismo estuvo aletargada y los rusos, asustados por la crisis, decidieron ahorrar en vez de irse de vacaciones. Este verano la situación ha dado un giro de 180 grados.
¿Dónde esconderse del calor y del humo? Cada ciudadano se ha hecho esta pregunta al menos un par de veces en los últimos días. A la demanda extraordinaria que ha experimentado el servicio turístico han contribuido el calor anormal y el humo que ha cubierto la capital rusa. Algunos han resuelto este problema comprando pasajes a lugares alejados de la capital 'ahumada'. Los que se quedaron en la ciudad lamentan no haberse preocupado con anticipación ya que, pese a que tengan recursos económicos, no van a poder escapar del humo: para el fin de semana que viene todos los pasajes aéreos y todos los puestos en los balnearios están ya agotados.
A donde lleve el viento
El gerente de una red de agencias rusa, Serguéi Agafónov, contó que los moscovitas compraron en un plazo muy corto todos los 'tours' disponibles para el fin de semana que viene. "Las fechas más cercanas para las que aún hay pasajes son el 10 y el 11 de agosto. Después, para el fin de semana siguiente, también está todo agotado. El motivo principal no es tanto el calor como el humo, que ha fastidiado bastante a los moscovitas en los últimos días. El calor no impulsa a la gente a irse de viaje. El deseo de dejar la ciudad fue generado justamente por el humo", dijo.
Los representantes de una de las empresas turísticas más grandes de Rusia, TEZ Tour, afirmaron que la gente compra viajes tanto a los países cercanos como a los lejanos, como República Dominicana y Cuba. "Da la impresión de que la crisis se hubiera terminado y la gente sólo quiere gastar dinero desesperadamente", dijo un empleado de la agencia VIP – servis.
Los rusos que no llegaron a comprar pasajes para el extranjero tampoco se atreven a quedarse en la capital. Una de las direcciones más populares entre las personas ansiosas por huir del humo es San Petersburgo, donde, por mucho calor que haga, al menos se puede respirar. Sin embargo, los especialistas afirman que "por ahora hay pocas variantes, pues allí también está ya todo agotado".
¿Quién se beneficia del humo moscovita?
La complicada situación ecológica al parecer les ha venido muy bien a algunas agencias turísticas que no han tardado en aprovecharse de aquellos que buscan escaparse del humo. Por el increíble ascenso de la demanda para el servicio turístico se ha registrado un aumento considerable de los precios.
Sin embargo, los representantes de las agencias explican el aumento del coste sólo por lo especial de la temporada. Insisten en que en agosto los precios siempre son más altos que en otros meses. Según Serguéi Agafónov, "independientemente del calor y el humo, los 'tours' en agosto se venden por el precio máximo. Y no sólo en nuestro país. Es plena temporada, cuando comienzan las vacaciones en toda Europa".
El humo asusta a los turistas y diplomáticos
Los empleados de las empresas turísticas afirman que el humo ha cambiado los planes de muchos turistas extranjeros que iban a visitar Rusia este verano. Pocos se han atrevido a ir a una ciudad donde la contaminación supera todos los índices permisibles y el olor a humo se impregna en la ropa.
La administración de varios estados europeos en esta situación incluso han decidido evacuar a sus representantes diplomáticos en Rusia. Las embajadas de Alemania, Austria, Canadá y Polonia se han cerrado y sus empleados regresarán a sus países por un tiempo hasta que se normalice la situación ecológica en Moscú.