¿Militsiya o Policía?
El proyecto de ley sobre cambios en las fuerzas públicas de seguridad rusas está sometido a discusión pública en Internet. Uno de los objetivos principales de la reforma es acabar con la corrupción.
El presidente de la Federación Rusa dice: “Desde los tiempos de la Revolución de octubre los órganos de orden público en nuestro país recibieron el nombre “militsiya”. De este modo se subrayaba su carácter popular o, como se decía en aquel entonces, el poder de los obreros y campesinos” .
Pero la modificación del nombre es sólo uno de los cambios que se espera efectuar en Rusia. El proyecto entero de reforma en las fuerzas de seguridad está publicado en Internet y es la primera discusión de esta envergadura en la historia rusa. El tema es muy polémico, ya que últimamente en Rusia ocurrieron varios escándalos en los que estuvieron involucrados uniformados.
El caso que más recientemente aterrorizó a la ciudadanía rusa fue la masacre en un supermercado de Moscú en 2009, cuando el ex mayor Denis Yevsukov abrió fuego contra la gente que se encontraba en el lugar. Murieron dos personas y siete resultaron heridas.
La reforma de las fuerzas de seguridad tiene la finalidad de modificar radicalmente las relaciones entre la policía y la sociedad rusa. En el documento se formulan los derechos y las obligaciones de los efectivos en diferentes situaciones: al detener a un sospechoso, o al usar el arma y la fuerza física, por ejemplo. La policía tiene que convertirse en un servicio fiable y moderno. Sin embargo, las iniciativas del gobierno enfrentan ciertas críticas y provocan algunas inquietudes entre la población.
Petr Skoblikov, autor del libro Corrupción en la Rusia de hoy, ex policía judicial, da su opinión acerca del tema:
“La reforma prevé numerosos gastos. Por ejemplo, la fabricación del nuevo uniforme para miles de agentes, la documentación, los coches. Son millones de dólares. Todo ese dinero serviría más bien para mejorar las condiciones de los policías que día a día trabajan por un salario pequeño, y que por eso a menudo caen en la corrupción”.
El cambio de nombre de la policía es solo la punta del iceberg de las reformas que se avecinan en el Ministerio del Interior de Rusia. El objetivo es mejorar la reputación de los efectivos, que ha empeorado en los últimos años. El paquete de medidas que pretende implementar el Gobierno ruso podría llevar a la ansiada profesionalización del cuerpo de policía.