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EE. UU. podría perder más de 700.000 empleos el próximo año

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El último informe sobre desempleo divulgado en EE. UU. dejó claro que al paso que llevan, los gobiernos federales y las empresas que contratan con la Administración, serán los mayores destructores de puestos de trabajo de la nación, produciendo una pérdida de 48.000 de los 131.000 empleos perdido
EE. UU. podría perder más de 700.000 empleos el próximo año

El último informe sobre desempleo divulgado en EE. UU. dejó claro que al paso que llevan, los gobiernos federales y las empresas que contratan con la Administración, serán los mayores destructores de puestos de trabajo de la nación, produciendo una pérdida de 48.000 de los 131.000 empleos perdidos a nivel nacional.

Existen proyecciones que sitúan el número de desempleados en los próximos 12 meses por encima de las 700.000 personas en estas entidades locales así como en empresas que dependen de estas administraciones públicas. A esta cifra habría que sumar los 169.000 puestos que ya se perdieron en lo que va de año.

Los gurús económicos del Gobierno federal están culpando a las regiones por la falta de recuperación económica nacional. Sin embargo, ni siquiera una inyección de ayuda de 26.000 millones de dólares parece ser suficiente para salvar los empleos de más de medio millón de personas, si sigue la tendencia reduccionista en el gasto regional.

El ciclo de empleo, consumo y gasto está en riesgo cuando los gobiernos locales deciden reducir el gasto debido a deficiencias en sus presupuestos, ocasionadas por la disminución en la recaudación de impuestos debido a la recesión.

La disminución de la inversión pública implica no sólo la pérdida de empleo en el sector gubernamental local, sino que el recorte también afecta directamente a empresas que subcontratan servicios a estos gobiernos, que al no tener contratos tienen que eliminar también puestos de trabajo.

Los desempleados dejan de consumir por temor a no encontrar trabajo pronto, con lo cual el comercio también se resiente, lo que a su vez impulsa la pérdida de empleos en el sector privado y así la espiral crece, generando la 'tormenta perfecta' para recesiones de dos dígitos.
 
La reducción del gasto de los gobiernos locales y estatales en el primer trimestre del año significó un descenso de medio punto porcentual en la actividad económica nacional. Una situación peligrosa que se está extendiendo a toda la nación.

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