Abrir ventana y ahogarse del humo o cerrarla y morirse del calor. Así fue el 'ser o no ser' de muchos moscovitas que les hace ir corriendo a agencias de viajes para comprar cualquier pasaje a dónde sea, con el único objetivo de salir del Moscú asfixiado por los incendios forestales.
MAPA INTERACTIVO DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN RUSIA
Es muy difícil estar en la ciudad cuando hace tanto calor. No ayuda nada, ni aire acondicionado, ni ventiladores. Se está tan mal tanto en casa, como en la calle. Los niños son los que menos pueden aguantar. A mucha gente ya da igual a dónde ir, lo importante es salir de la capital.
La alta concentración del gas carbónico junto con las temperaturas inusitadas obligan a los moscovitas a abandonar sus casas, que en mayoría de los casos no están en condiciones de afrontar el calor. Por eso la mejor salida de esta situación sofocante es escaparse a donde se pueda respirar mejor.
Como comenta la jefa de una agencia de viajes Yekaterina Aizerman, el mes de agosto siempre ha sido de temporada alta en Rusia. “La situación en Moscú hace que la gente busque la posibilidad de irse a las regiones con las condiciones más favorables de nuestro país o escaparse a otros países. La demanda ha crecido muchísimo.”
La partida de gran parte de sus habitantes ha sido la única ventaja para los que se quedaron en Moscú. Las carreteras capitalinas, normalmente atascadas por el tráfico, están casi libres.
Sin embargo, las policlínicas sí que están llenas y las ambulancias no dan a basto con las llamadas de auxilio de los ciudadanos. El calor afecta mucho a la gente con enfermedades cardíacas y respiratorias. El número de muertes ha aumentado considerablemente en los últimos días.
Las mascarillas se han convertido en el accesorio más necesario estos días. El estar en la calle unas horas es equivalente a fumar varios paquetes de cigarrillos. El clima y el aire contaminado han dictado las reglas de comportamiento.
El humo penetra en las oficinas y en los centros comerciales. El gas tóxico no sólo damnifica la salud de la gente que respira, sino provoca un fuerte picor en los ojos. La gente usa pañuelos húmedos para cubrir con ellos la boca y en la nariz. Es el único remedio. Bueno, también uno puede comprarse un respirador.
Mientras tanto los médicos recomiendan a los moscovitas no salir a la calle ni abrir las ventanas, beber mucha agua, prescindir del alcohol y el tabaco. Según opina Vasily Vlásov, el presidente de la sociedad de la medicina basada en la evidencia, la gente tiene que evitar hacer esfuerzo físico. “Es imposible practicar deporte en estas condiciones. Hace falta esconderse de los rayos del sol. Los rusos no están acostumbrados a este calor y no saben protegerse bien.”
Los meteorólogos anuncian que el viento cambiará su dirección para mediados de la semana y que el calor dará una tregua a los moscovitas. Las lluvias son más anheladas que nunca en esta crítica situación. Todo el mundo está a la espera a que se acabe el verano más caluroso en la historia de Rusia.