Semana negra en Perú debido a las muertes en accidentes de tráfico

Dos accidentes de tránsito de una misma índole sucedieron en las horas tempranas del sábado, 14 de agosto, en el centro y el norte de Perú. Un autobús cayó a un abismo de 70 metros de profundidad en la región Ancash, lo que provocó 5 muertes, mientras que 35 heridos están hospitalizados.

Este siniestro ocurrió en el kilómetro 89 de la carretera que une las ciudades Pativilca y Huaraz. Su causa, según dicen los testigos, sería la pérdida de la dirección en una curva cerrada del trayecto. El autocar interurbano pertenecía a la compañía de transporte Expreso Ancash.

Horas antes, el mismo día, otro vehículo colectivo, a saber un camión, se derrumbó al precipicio de la altura del centro poblado Vaquerilla, la provincia Junín, con más de una decena de pasajeros en su tolva. En el accidente murieron dos personas y otras doce estás gravemente lesionadas.

Los médicos estiman el estado de muchos de los que han sufrido los dos accidentes como grave y predicen más pérdidas humanas.

Según los datos oficiales, anualmente en el territorio peruano los accidentes de tráfico se cobran casi 4.000 vidas, cerca de 50.000 personas quedan heridas. El daño económico de las averías automovilísticas llega hasta los 1.000 millones de dólares por año. Las causas más frecuentes son el mal estado de los caminos y los medios de transporte, también la accesibilidad de los permisos de conducir en el mercado negro, ya que se puede comprar uno por 30 dólares.

La semana saliente se ha caracterizado con una multiplicidad especial de las tragedias de la misma naturaleza. El viernes un autobús cayó de una rotura en la región sureña de Ayacucho llevándose la vida de tres víctimas fatales junto a 59 heridos. El martes 24 personas murieron y 26 fueron hospitalizados tras la caída de otro vehículo de la altura de 200 metros en el norte del país (provincia La Libertad). En el último caso mencionado el chófer —que pereció en el accidente— no tenía el permiso de conducir, que se lo habían privado por un viaje en el estado ebrio.