El empleado de la embajada rumana en Rusia, Gabriel Grecu, acusado de espionaje, debe abandonar el país en un plazo de 48 horas, informó la agencia rusa Interfax remitiéndose a fuentes del Servicio Federal de Seguridad (SFS) ruso.
El primer secretario del departamento político de la embajada rumana y presunto espía "ha sido declarado persona non grata y deberá abandonar el territorio ruso en un plazo de 48 horas", señaló un portavoz del Servicio Federal a las agencias noticiosas rusas.
Según el SFS, el espía rumano fue detenido hoy en Moscú in fraganti, cuando recibía documentación militar secreta de manos de un ciudadano ruso y "le fueron incautados equipos de espionaje, que ponen de manifiesto su actividad hostil contra Rusia".
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso ha enviado una protesta formal a la parte rumana por las actividades de su diplomático.
Rumania todavía no se ha manifestado ante la detención de su ciudadano.